Más de 113.000 dependientes residen en la Comunidad, el 5,42% de la población
FERNANDO FRANCO
El 5,42% de la población de Castilla-La Mancha es dependiente, tan sólo superado por cuatro comunidades: Galicia (6,6%), Castilla y León (6,2%), Asturias (6,16%) y Extremadura (6,15%). En el polo opuesto se encuentran Madrid (3,8%), Canarias, La Rioja y Baleares, comunidades que presentan porcentajes inferiores al 4%. Los datos aparecen en el estudio titulado ‘Distribución territorial de la dependencia en España y en Europa’ realizado por profesores de las universidades de Santiago de Compostela y de Vigo y publicado en la revista ‘Papeles de Economía Española’.
De los 2,3 millones de personas consideradas como dependientes en España, 113.870 residen en Castilla-La Mancha. Y de ellas el 53,08% tiene un grado de limitación que alcanza al menos 25 puntos, puntuación mínima en una escala que va hasta 100 para poder tener derecho a percibir este tipo de prestaciones. De estas más de 60.000 personas, el 24,45% sufre una gran dependencia considerada de grado III, el 29% padece una dependencia severa tipificada de grado II y el 46,55% presenta una dependencia moderada calificada como de grado I.
«Existe cierta dispersión en la importancia relativa de cada grado. El porcentaje de dependientes de grado I sobre el total de dependientes varía entre el 31% de Navarra y el 48% de Murcia, mientras que para el grado III la variación se enmarca desde el 20% que registra Aragón y el 34% de Navarra», señala el estudio, que también destaca que «se observa un ligero incremento del peso de los dependientes de grado III y una reducción de los de grado II en aquellas comunidades que presentan una mayor prevalencia de la dependencia».
La implantación progresiva de la Ley de la Dependencia consagra en la actualidad el derecho a prestación a los dependientes clasificados en los grados II y III, así como en el segundo nivel del Grado I y pospone hasta el 2013 la incorporación del nivel 1 del Grado I. Pero no todos los dependientes reciben el mismo tipo de cuidados. El estudio distingue entre los que reciben ayudas no remuneradas (cuidado informal), los que reciben ayuda remunerada (cuidado formal) y los que disfrutan de una combinación de ambas. La inmensa mayoría reciben tan sólo cuidados informales provenientes de familiares o de voluntarios.
En el caso de Castilla-La Mancha, este colectivo está integrado por el 80% de los dependientes. A ellos hay que unirles otro 10% que recibe tanto ayuda formal como informal. El resto, en torno al 10%, percibe únicamente ayuda remunerada que en su mayoría son los dependientes ingresados en residencias u otro tipo de centros. En el caso de la Región, el 20% de la población dependiente de grado I a III, se encuentra atendida en un centro específico. Esta ratio es superior en las comunidades autónomas de Navarra, Castilla y León, La Rioja, Madrid, Aragón, Cataluña y Extremadura, pero está por encima de la media nacional situada en torno al 16%.