MONTORO, EL PP Y SU DEMOCRACIA (articulo de opinión de, Enrique Rivas)

20.07.2012 17:24

Podría definir democracia en su sentido más técnico, donde abarcaría distintas cuestiones de todos conocidas, pero prefiero simplificarlo en su matriz, en la esencia y grandeza que la envuelve y que se resume en una sola palabra “libertad”.
Toda persona desde que nace es libre, al menos así era, porque deberíamos matizar, o al menos recoger en nuestras grandes y sabias enciclopedias, “mientras que no gobierne un partido llamado popular”.
La cámara baja , también conocida como cámara donde reside el poder del pueblo a través de nuestros representantes, es el mayor órgano representativo de nuestra democracia, de nuestra libertad. Sin embargo, hoy por hoy, nunca más lejos de la realidad.
Se podría deducir por mis palabras que estoy llamando fascistas a los miembros de nuestro gobierno y al partido que representan, pues si, lo estoy haciendo. Pero no solo eso, sino que también quiero plasmar el profundo asco que siento por ellos, cuestiones que no son ideológicas, sino basadas en hechos, donde la demagogia de mis palabras, según denominarían algunos, queda fuera de lugar ante la actuación vejatoria que este gobierno hace sufrir a los ciudadanos.
A día de hoy, todavía me sigo preguntando, todo ello con el mismo asombro que ayer cuando me sucedió, qué si para entrar al edificio que más libertad emana en este país “a un ciudadano hay que pisarle su dignidad”. Me sigo preguntando, qué si para ver a un ministro hablando de como nos roban todos los derechos, habidos y por haber, “primero nos tienen que humillar”. Pero lo más grave no es esto, sino el tener que pasar por “una vejación” para ver como los representantes de un gobierno y de un partido tienen la poca vergüenza de pronunciar la palabra democracia.
Si, así me sentí, cuando ayer, en el edificio símbolo de nuestra libertad, me tuve que desnudar en una fría escalera detrás de un biombo. Así me sentí, cuando ni siquiera un ápice de dignidad brotaba de esta indigna actuación, porque hasta el mayor de los terroristas es tratado con mas sensibilidad y protección de su privacidad, no haciéndole pasar por una fría escalera transitada donde la humillación era uno de sus escalones. Así me sentí, cuando vi que mis dos compañeros eran vejados en mi presencia. Si, así me sentí, cuando miraba a la cara a esos dos policías y, no solo por sus propias palabras, sino por lo que me decían sus miradas, ellos también estaban sintiendo.
Que absurdo sería el preguntarle al ministro Montoro, el mismo que ayer pronunciaba en distintas ocasiones la palabra democracia, si a él y a sus compañeros les hacen pasar por la misma humillación. Pero no lo sería tanto, si les planteásemos que esos mismos, a los que humillan, son los que llenan sus insaciables bolsillos y sus implacables bocas.
“Que se jodan” decía hace poco una diputada, hija de un imputado por corrupción. Pues si, que nadie se asuste, porque realmente en la sinceridad, a la vez que, inmoral expresión de la señora Fabra, se refleja lo que este gobierno y este partido está haciendo con la ciudadanía, que no es otra cosa, “que darnos por culo, robándonos nuestros derechos y, ahora, robándonos nuestra dignidad y nuestra libertad”.

Enrique Rivas                                                                                                                     Portavoz de la plataforma en defensa de la Ley de Dependencia en CLM