EN EXTREMADURA, A EXCEPCION DE SUS SUELDOS, TAMBIEN LES CUESTA PAGAR Y CUMPLIR CON LA LEY

27.02.2012 18:50

 

 En su casa  Gabriel sostiene un carnet de su esposa, fallecida.La Junta no quiere pagar el dinero que adelanté para que atendieran a mi mujer, dependiente

Un vecino de Talaván reclama a la Administración 3.000 euros desde hace dos años A su esposa le reconocieron la ayuda a la Dependencia pero nunca le abonaron los 6 meses de atención a domicilio que recibió antes de fallecer
Las lagunas de la Ley de la Dependencia son insondables. Retrasos en las evaluaciones, demoras en el pago y casos extremos, como el de Gabriel del Barco, que hacen que los usuarios se sientan incluso "estafados". Este vecino de Talaván, de 85 años, lleva casi dos reclamando a la Junta de Extremadura los casi 3.000 euros que adelantó para que su esposa, que había perdido la visión, pudiera recibir atención a domicilio como dependiente reconocida por el Servicio Extremeño de Atención a la Autonomía y la Atención a la Dependencia (SEPAD). La mujer falleció unos meses después, pero la Administración nunca ha llegado a abonar la prestación a la familia pese a que ésta presentó la documentación correspondiente y los certificados de los pagos realizados a la empresa homologada que prestó ese servicio durante seis meses.
Gabriel habla con la mirada perdida y los ojos acuosos. Es culpa de las cataratas, la enfermedad que le ha hecho perder visión en estos últimos años. También se quedó sin vista su mujer, Angeles Maestre, por problemas de azúcar en el organismo. Fue esa ceguera, y la avanzada edad de ambos, lo que les empujó a solicitar el reconocimiento de la ayuda a la dependencia en el 2009. Recuerda la fecha con exactitud, merced a una memoria que no se ha resentido pese a sus 85 años. La valoración técnica fue positiva y a Gabriel le llamaron poco tiempo después por teléfono para confirmarle que podía recibir la prestación. También le hicieron llegar un listado con las empresas autorizadas por la Junta para prestar la atención a domicilio. El tenía que elegir una, el SEPAD abonaba 460 euros al mes y el resto del coste del servicio, hasta los 555 euros, lo pagaría de su bolsillo.
Según explican profesionales del sector, las deficiencias en la implantación del sistema de ayudas provocaba que entonces trascurriesen hasta ocho o nueve meses desde que la prestación se aprobaba hasta que la Administración comenzaba a pagar, "incluyendo ese periodo con carácter retroactivo". Sobre esa base, las familias adelantaban el dinero para recibir los servicios de la ley desde el primer día. Fue lo que hizo Gabriel, pagar íntegramente las seis mensualidades durante las que su esposa dispuso de atención a domicilio. "Después ella empeoró. La enfermedad derivó en una demencia. La hicieron una nueva valoración y la internaron en una residencia para grandes dependientes en la Sierra de Gata", cuenta. Unos meses después, en julio del 2010, Angeles falleció y ahí comenzó la odisea de Gabriel para reclamar su dinero.
A través de los servicios sociales del municipio, la familia ha solicitado el pago de las seis mensualidades. Les llamó la atención que sí se cubriese el coste de los tres meses que ella estuvo en la residencia, pero no el dinero de la atención a domicilio. "Todas las respuestas que nos dieron fueron negativas", explica Gabriel. Fuentes conocedoras del caso y que intercedieron ante el SEPAD aseguran que éste servicio se escudó en que, en los supuestos de fallecimiento, la situación del dinero quedaba en un limbo administrativo. En el sector apuntan que "hay más casos".
Buscan soluciones
Gabriel busca hoy un abogado. "Me siento estafado", asegura, sentado en el comedor de su vivienda. Es casi más una cuestión de dignidad que de necesidad. "Lo he pagado y quiero que me lo devuelvan. El dinero es mío", recalca este ex cobrador de la compañía de autobuses que pasaba por Talaván.
Desde la actual dirección del SEPAD, atribuyen esta situación a un problema heredado de la anterior administración y de los ajustes que se han producido en la legislación. "Debería haberse resuelto mucho antes de nuestra llegada al Gobierno y no deja de ser una mala gestión realizada por los anteriores gobernantes, que deberían haber atajado este problema con la máxima celeridad", señalan estas fuentes, que aseguran que están estudiando distintas alternativas para solucionar pronto casos como el de Gabriel. Y eso es lo que él quiere, una solución ya.